Por Natalia Lueje
A principios de febrero de 2020, cuando la posibilidad de la llegada del COVID – 19 a Sudamérica parecía aún demasiado lejana, tuve la oportunidad de facilitar talleres de pintura para niños y un taller de autoestima y sustentabilidad para mujeres de la playa Los Patos en la provincia de Tocopilla. Por primera vez me acompañó mi hija de 5 años al trabajo en territorio en las costas del norte grande chileno, tierras ancestrales del pueblo Chango.
Los Patos es un asentamiento de aproximadamente 20 viviendas, en donde habitan y trabajan principalmente recolectores de algas, específicamente el huiro, un tipo de alga parda. La geomorfología rocosa de su costa posibilita que las marejadas arrastren al huiro hacia la playa y que éste sea un importante medio de subsistencia para sus habitantes.
La idea de realizar estos talleres surge como una inquietud de integrantes de la propia comunidad, afiliados al sindicato de Los Patos y miembros de Asopesca Tocopilla A.G., una asociación de sindicatos de pescadorxs artesanales con la Sustentarse viene trabajando desde el año 2018 en la defensa de sus derechos vulnerados y amenazados por el proyecto Planta Desaladora Radomiro Tomic que promueve la empresa minera CODELCO.
Taller para niños y adolescentes en caleta Los Patos, Tocopilla.
Realizamos los días 7 y 8 de febrero un taller de pintura para niños de todas las edades presentes en la playa de Los Patos, con el objetivo de fortalecer el desarrollo comunitario con foco en los niños del litoral rural tocopillano, bajo la perspectiva de la sustentabilidad y el reconocimiento de su entorno social y natural.
Les proporcionamos todos los implementos necesarios para que ellos experimentaran con la materialidad de la pintura y pudieran ejecutar libre y espontáneamente sus obras a través de pinceles, lápices mina, témperas, papeles y mezcladores. Sucedió algo completamente imprevisto; al final de la primera jornada se había acabado completamente la pintura de color azul. Todxs lxs niñxs, a excepción de mi hija, representaron amplia e incansablemente lo que más y mejor conocen: el mar. A modo de sugerencia les había indicado pintar temáticas vinculadas a su entorno, como especies acuáticas o recolectores de orilla, pero nunca presupuse la pregnancia que tendría el mar en su subjetividad e imaginario y sus formas de representar la realidad, hasta el punto de quedarnos sin color azul.
Dibujos de los niños de caleta Los Patos. El azul del mar predomina en las representaciones de su entorno natural, contrastando con el color verde utilizado por mi hija, habituada a la vegetación de Santiago.
Recuerdo especialmente a Tomacito, un niño que nunca había pintado con témpera, y que pasaba las largas horas de sus días de vacaciones de verano jugando con dispositivos electrónicos, que terminó siento el artista más prolífico del taller, desplegando un gran talento gestual y creativo. También recuerdo a Benjamín, un niño de 10 años, que en un principio sólo quería pintar temáticas relacionadas con el fútbol, y que finalmente ejecutó con maestría la representación de una compleja escena de su playa, con recolectores de algas, pescadores sobre roqueríos, peces payaso y erizos circundando y, por supuesto en el fondo, el mar, el cielo y las gaviotas. Participaron un total de 11 niños en ambas jornadas del taller de pintura.
Mujeres defensoras del mar
El sábado 8 de febrero al atardecer se realizó el taller de “Autoestima y sustentabilidad de la vida” para mujeres de la playa, entre ellas las dirigentas del Sindicato Independiente de Buzos Mariscadores Recolectores de Orilla Los Patos Nancy Godoy y Herminia Estér Fernández. A petición de las participantes, el taller estuvo orientado a reparar y reafirmar su autoestima, ya que muchas de ellas han sufrido violencia doméstica física y/o psicológica, además de la permanente violencia simbólica que sufren en el mundo de la pesca artesanal, tradicionalmente hétero-patriarcal, en donde las prácticas o conductas machistas son frecuentes, no reconociendo o interiorizando el rol de las mujeres en ese ámbito.
En un primer momento abordamos la temática del rol de la mujer en la sociedad, como la encargada por defecto del trabajo doméstico y de los cuidados. Como cuidadoras de lxs niñxs, ancianxs y enfermxs, y también de la naturaleza y los bienes comunes (materiales e inmateriales), la importancia de la mujer es fundamental en el sistema de producción capitalista. Como dice Federicci, “la cadena de montaje comienza en la casa”, pero también la producción y reproducción de la vida. Repasamos una serie de ejemplos que dan cuenta de ello y de cómo la mujer sostiene estos procesos de relevancia crítica, y fuimos capaces de identificar muchos atributos positivos de lo femenino.
Luego, en un segundo momento, se abrió un espacio de dialogo para ellas, en donde llanamente empezaron a relatar a modo de catarsis sus experiencias e historias de vida. Sus relatos, de alto contenido sensible, contribuyeron a fortalecer sus vínculos y a darse un espacio para compartir (aunque haya sido breve) entre ellas mismas, sin otras preocupaciones de por medio.
Taller de Autoestima y Sustentabilidad de Vida con mujeres defensoras del mar en caleta Los Patos, Tocopilla.
Para Maristella Svampa, el paradigma del cuidado ya divulgado por el ecofeminismo cobra una nueva relevancia en esta coyuntura mundial de crisis pandémica, principalmente en lo ligado al personal de salud. Estas reflexiones entre salud y ambiente nos llevan nuevamente a indagar y revisitar este ancestral paradigma, acervo y patrimonio de la mujer.
Nota: Agradecemos el aporte de International Accountability Project, el que permitió contar con los materiales para la realización de los talleres con niños y mujeres.